TOP 10 DE LOS 10’s

29 Ago

La década de los 10’s fue icónica para la música hecha en Venezuela, no es falso que en los tiempos de crisis el arte se exalta, y esto es una prueba de ello. A continuación los diez mejores álbumes producidos en Venezuela entre el 1ro de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2019:

        10. Revelación- Jahkogba (2012)

Éste es el primer LP de estudio de ésta banda de reggae marabina que combinando un swing bastante auténtico, junto con virtuosos instrumentistas y una voz principal agraciada, logró abrirse su espacio en la escena nacional, y recorrer el país bastante con éste álbum, cosa que no pasaba hasta el momento con las bandas de reggae en Venezuela.

Para mi éste álbum me abrió la puerta al reggae hecho en español, me presentó y me empujó a indagar más sobre éste género que poco conocía haciéndome descubrir luego bandas como Gondwana o Cultura Profética que claro, son bandas más viejas y con más trayectoria, pero no eran escuchadas mucho en Venezuela hasta que Jahkogba puso a sonar el género en el país, por eso es tan importante éste disco.

Sí bien caen un poco en el cliché del reggae de enfocar las letras en críticas sociales anti capitalistas (irónico ya que viven bajo un país atropellado por una dictadura de izquierda) y anti sistema, también la oda a la marihuana a través del disco, pero lo saben hacer de una forma que no suena tediosa ni regular.

Musicalmente es muy diverso, saliéndose sólo un poco del patrón de reggae y jugueteando con otras corrientes como lo son el jazz, un poco de dubstep, un guiño al ska, ciertos breaks de rap, rocanrol y una pretensión electrónica bastante evidente, ya que cuentan en su formación con un disc jokey, algo poco usual en una banda de reggae.

“Inquilino”, “Sr. Imperio”, y la canción homónima del disco “Revelación”, son temas que cualquier maracucho se va a saber de atrás para adelante, por lo que significó éste disco cuando salió y por los incontables conciertos que Jahkogba dio al rededor del país, pero sobretodo en la ciudad de Maracaibo.

 

         9. Notas en mi Habitación- Vargas (2011)

Los pianos y keyboards son el elemento principal de este disco, tocados en un estilo jazz/ soul, junto a una voz espléndida que nos da un timbre único y una modulación muy energética.

El jazz, soul, pop, disco, junto a unos elementos electrónicos y una pizca de bossanova le dan a éste álbum esa suavidad y esa versatilidad sin descarrilarse de la intención del concepto. los arreglos de bajos y metales me recordaron un poco a ese sonido soul/ disco de Earth, Wind and Fire, Chicago, Bee Gees y Stevie Wonder.

Es un disco bastante audaz y suave, el piano, los riffs, la voz y el soul enmarcan esta pieza que cuenta con una presencia importante en lo que se hizo en la música a nivel nacional en ésta última década pasada.

“Notas en mi Habitación”, “Hoy”, “Descansar” son canciones llenas de sentimiento y audacia que cargan a ésta pieza para distinguirla en la escena que se estaba desarrollando en ese momento en el país. Vargas es como un Ilan Chester (con una pretensión a Charly Garcia) contemporáneo pero más funky, algo que necesitaba con urgencia la música en Venezuela.

Con ésta primera producción discográfica se presenta Vargas, que empieza a girar por el país, teniendo su headquarter en Maracaibo, siendo originario de Coro. Luego se residenció en Caracas, para luego exiliarse (como todo venezolano que puede) en Buenos Aires, Argentina donde continúa activo.

 

        8. Oración Poliglota para Salvar al Mundo- Petrula (2011)

Quizá éste sea el disco más desconocido de la lista, pero indudablemente es un diamante que trastocó de forma muy útil la música independiente en Venezuela hecha en ésta época, con ese sonido prog rock psicódelico y letras absurdas e impresionistas que complementaban una propuesta artística bastante valiente y audaz.

He aquí una banda con simple desprecio al cliché, el sentido común y el buen gusto; y eso se nota también en las canciones con títulos misteriosos como “En las faldas de 100 rayos” o “Rato Vagina Vagina”, mentes acostumbradas al vacío intelectual que va de mano en mano con el “rock” seguro se preguntarán ¿Qué?, obviando que ese es precisamente el propósito.

Musicalmente, el álbum se encasilla entre los diversos subgéneros del rock y ciertas corrientes musicales modernas derivadas del pop y la electrónica.  Es un disco bastante impredecible, puedes saltar de un rock progresivo a una canción disco- pop, para luego caer en una canción electrónica psicodélica, así es este disco y esa falta de coherencia entre sus canciones es lo que lo hace genial.

“Hombre Araña”, “En Las Faldas De 100 Rayos” y “Oración Políglota para Salvar al Mundo” podrían ser los tracks más significativos de todo el álbum, ya que van de la mano con ese patrón lírico absurdista y esas estructuras musicales progresivas que tanto caracterizan a esta banda. 

Sus shows en vivo eran orgánicamente orgásmicos. Con una formación bastante simple, pero músicos muy virtuosos, que consistía en un cuarteto de guitarra, bajo, sintetizadores y batería, los cuales lograban una cohesión y complicidad tan increíble en las tablas que con un toque bizarro y lujurioso alcanzaban una puesta en escena tan brutal, que pocas veces he visto en las incontables tarimas de las que he sido espectador al rededor del planeta. Tenían un amigo (miembro) de la banda con sobrepeso que se subía (siempre) a las tarimas de los shows y se desvestía mientras bailaba al ritmo de las canciones, era tan loco que nunca se me olvidará, su nombre era Wlodek.

Petrula tuvo una corta vida, tocó mucho en Maracaibo, pero apenas giró por Venezuela, sólo sacó éste disco, y un par de EPs antes. Ganaron el concurso de batalla de bandas del Festival Hard Rock Calling (The Global Battle of The Bands) en Venezuela, pero no consiguieron los votos (clicks en Facebook) necesarios para ir a la final con el resto de bandas seleccionadas al rededor del mundo y tocar en el Hyde Park de Londres y compartir tarima con Bruce Springsteen, Paul Simon, entre otros. Una semerenda cagada…

La banda se desintegró y sus miembros están regados por el cono sur (cosas de la diáspora venezolana).

 

        7. Apa y Can- Apache y Canserbero (2013)

Éste álbum rompió con todo a nivel nacional cuando salió en 2013, de los más rockeros a los más reguetoneros escuchaban este disco día tras día por un par de años en el país, era el común denominador entre las distintas tribus urbanas en Venezuela.

Un disco que congenió las 2 figuras más importantes del hip hop/ rap nacional e incluso latinoamericano; Apache que la había pegado durísimo 3 años atrás con su segundo disco como solista Lo Necesario (2010) con el que había alcanzado su ímpetu como rapero en la escena de hip hop nacional y latino, junto a Canserbero, quizá el mejor rapero que ha tenido Venezuela en su historia, el cual alcanzó el estrellato a nivel latinoamericano con Vida (2010) y su secuela Muerte (2012) que marcaron el hip hop nacional para siempre, sin saber que sería una de sus últimas producciones antes de su trágica y turbia muerte en 2015.

Es un álbum a nivel musical bastante groovy, con pinceladas de jazz bajo una rítmica definida por el hip hop que es la base conceptual de la pieza que va de la mano con el trabajo lírico bajo las rimas que predican sobre la Venezuela de la Revolución Chavista, sus penumbras y pasajes, y claro otros temas, pero sobretodo con un impacto sobre lo que pasa en la dictadura más famosa del Caribe. “Stop”, “Pónmela en el Aire”, “Uno por Ellas” y “Ready” fueron temas que sonaron por mucho tiempo en las cadenas radiales en Venezuela, o en cualquier fiestecita.

Sin duda éste álbum abrió el hip hip nacional a los odios de todas las audiencias y todas las escenas musicales por el impacto y popularidad que tuvo.

Canserbero murió en 2015 por un asesinato/suicido bastante raro e inconcluso, Apache sigue viviendo en Las Minas y produciendo hasta la fecha de hoy.

 

         6. Cambié de Nombre- Viniloversus (2012)

Viniloversus sin duda fue una de las bandas más importantes durante el auge de la escena musical independiente de Venezuela entre finales de la década de los ’00 y principios de los ’10.

Después de un grunge popsoso en El Día es Hoy (2008) y un rocanrol más potente, evolucionado y definido en Si no Nos Mata (2009), disco en el que para mí determinaron su sonido definitivo, vuelven al ruedo en 2013 con éste disco que fue el último que produjeron mientras vivían en Venezuela. Lo sacaron al mercado de una forma muy innovadora, a través de una promoción con el periódico El Nacional, de los más leídos del país.

Cambié de Nombre, es furia, es un cuadro de Caravaggio, dramático y agresivo, con riffs de guitarra claroscuros, distorsionados acompañados de dos líneas de bajo (cosa que aparta mucho el sonido de la banda) rítmicas, definidas, complementarias e independientes a la vez, que exaltan la guitarra de Rodrigo Gonsalves, de los músicos a nivel de ejecución más virtuosos que ha tenido el rock nacional en las 2 últimas décadas.

“Yunque”, “Soñaré Hasta que Llegue”, “Bandeja de Plata” (tema que cuenta con una colaboración increíble de Nana Cadavieco) son canciones que apartan al sonido de éste álbum del resto de lo que se estaba haciendo en ámbito de rock en Venezuela para esos tiempos.

Actualmente se residencian en Miami, y siguen sacando cosas, en ñ y en anglo.

 

       5. Sigo- Americania (2011)

Este es el resultado del desasosiego, la furia y la fugacidad de 3 jóvenes por manifestar a través de canciones esos sentimientos, inquietudes, lamentos y exasperaciones de la vida pubescente de una manera directa y sencilla, sin deambular demasiado.

En una convergencia entre géneros derivativos del rock alternativo, como lo son el post grunge, el new wave y el post punk revival, que busca subvertir de alguna manera esa evidente monotonía que acompañaba específicamente al rock alternativo en Caracas hecho a finales de los 00s- principio de los 10s (prácticamente todas las bandas de rock de la capital sonaban igual). Americania con éste, su primer disco, rompió con todo eso, con audacia y mucha personalidad.

Una de las virtudes de éste trío es la ecuánime intervención de cada instrumento, la forma en que se adhieren los arreglos instrumentales de estos 3 músicos es tan espléndida que aunque parezca sencilla la formación de esta banda, el sonido que canalizan es sumamente colmado y ameno, creando un aura sonorica de diversas gamas muy placenteras al deleite de la pieza discográfica.

Quizá la distinción más significativa de Americania en éste disco, sea el trabajo vocal, las armonías que conciben, resultado del buen juego de tonalidades vocales en sus coros, bajo una voz principal que a través de modulaciones y texturas logra transmitir ese sentimiento, ese trasfondo o significado de cada canción.

Entre cautivantes arpegios de guitarra, lucidas y al mismo tiempo asequibles progresiones armónicas, densas líneas de bajo que complementan el sonido de cada canción, una dócil y plácida batería y ciertos arreglos de sintetizador que ensanchan el sonido de estas canciones, nos desvanecemos en el desmedido estruendo de este álbum.

Líricamente el disco puede llegar a transmitir en algunas ocasiones mensajes reducidos en precisión, algo implícitos pero sumamente estridentes en significación, estos logran tener una analogía interpersonal, es decir, estos pueden adoptar diversos significados de acuerdo al contexto que distinga el perceptor, lo cual es demasiado afable por parte de los artistas, un excelente aspecto del disco.

https://open.spotify.com/album/4KymaFznRQ8IpYPeYiiDXM

 

      4. Homónimo- Caramelos de Cianuro (2010)

Si vamos a hablar de rock nacional, no podemos dejar a un lado a la banda que ha compuesto las canciones que han marcado a más de dos generaciones que forman esa memoria colectiva de la Venezuela que ya no existe, y que está regada por el mundo.

La primera canción que aprendí a tocar en la guitarra acústica Tatay de mi padre, fue “La Terraza”, a eso de mis 13 años de edad, y además ¿Quién no aprendió a tocar “Las Estrellas” para alguna jevita que te gustaba o para tocarla por ahí?, ¿Quiénes compusieron el himno más emblemático que ha tenido la Vinotinto? (mil veces más significativo que el chiste de Malanga), y ¿Quiénes literalmente estaban hasta en las latas de Pepsi por más de una década en todos los quioscos de cada esquina, de cada ciudad de Venezuela? (Cosa por la que su fandome los puteó mucho, ya que se habían vendido y ahora eran unos “chicos Pepsi”, pura bullshit.) Un venezolano que te diga que no le gusta Caramelos de Cianuro, te miente definitivamente, porque de seguro se sabe “Verónica” de atrás para adelante…

A mediados de los 90s grabaron quizá para muchos su mejor álbum: Harakiri City (1996), seguido de otros 2 con los cuales cosecharon y consolidaron una carrera en el ámbito internacional, sobretodo Miss Mujerzuela (2000) y Frisbee (2003) que incluyeron temas que están clavados no sólo en la memoria colectiva venezolana de esa época sino en la latina como: “Verónica”, “Las Estrellas”, “Sanitarios” y “Las Notas”.

De la nada prácticamente luego de un poco de desacierto con Flor de Fuego (2007) reaparecen con éste homónimo que fue sorprendentemente bueno, quizá de los pocos discos de ésta lista donde no hay ni una canción mala. Éste álbum está repleto de hits como “Rubia Sol, Morena Luna” y “La Casa” que sonaron duro a nivel continental y que los reposicionaron de nuevo en la escena, volviendo a hacer giras internacionales y demás.

Este es quizá el único disco de ésta lista sin canciones malas (ladillas) en toda la duración del long play. Puros palos. Un comeback intrépido por parte del Mick Jagger y el Keith Richards hechos en Venezuela, Asier y El Enano, sin dejar atrás a Pavel (bajo), que empezó a formar parte de la banda a finales de los 00’ y que sin duda a nivel de arreglos musicales repotenció mucho la banda.

Es un disco muy indie rock, donde conservan su editorial musical de siempre pero se actualizan a la época y alcanzan un sonido algo Kings of Lion, The Strokes o The Killers, nunca dejando el rocanrol a un lado.

La banda es de las pocas que todavía sigue viviendo en Venezuela y continúan produciendo hasta hoy.

 

      3. Hombre Bala- Tomates Fritos (2010)

Quizá éste sea el mejor disco de la longeva banda oriental, que con una onda muy wild wild west despliegan todo un concepto muy sureño, separando el sonido de éste álbum a lo que anteriormente habían hecho. Sin lugar a dudas tiene un importante lugar entre el podio del rock en ñ de lo que va de milenio.

Entre rock n’ roll, blues y folk con divertidas líricas y una voz líder bastante prominente, éste disco sencillamente es una de las joyas de la década pasada del rock nacional. Temas como “Mientes”, “Nadaré Hasta Llegar”, “Mi Cura Mi Enfermedad” y “Hombre Bala” tienen ese rocanrol del sur para escuchar a plena luz del día en un campo, con un sombrero mascando paja como todo un cowboy del lejano oeste.

Hay mucho de Los Tres, Lynard Skynard, Creedance Clearwater Revival, ZZ Top y esa onda southern rock con toques de jazz y blues- rocanrol, pero cantado en español, y eso es lo bonito de este disco. No hace ver el español un lenguaje torpe para el rock, como lo es, lo decía el mismo Gustavo Adrián Cerati Clark.

Las líricas y el color de la voz de Boston Rex, vocalista y bajista de la banda, forjan esta pieza junto a la brutal cohesión de los virtuosos y geniales arreglos de la guitarra líder y rítmica, un admirable trabajo rítmico a nivel de percusión y una cierta pretensión prog, que engendran esta majestuosa pieza que enaltece al rock hecho en español, el rock latinoamericano y el rock hecho en casa, en Venezuela.

     2. Nuestra- La Vida Bohème (2010)

Recuerdo perfectamente cuando salió este disco en 2010, fue un boom mediático (hablando de medios no convencionales) demasiado grande a nivel nacional, LVB recientemente había ganado el Festival Nuevas Bandas 2008 (circuito de bandas nacionales emergentes más importante de Venezuela y más viejo de Latinoámerica) y luego de un par de giras nacionales se habían ganado la fama a nivel venezolano, porque era la banda que manchaba con pintura a su público.

Con un impacto lírico importante que refleja un poco lo que pasa en la dictadura, cosa que lo hace aún más interesante. “Calle Barcelona”, “Radio Capital”, “Flamingo”, entre otros temas de éste disco, no son nada más y nada menos que himnos incrustados en la memoria colectiva juvenil de la Venezuela que en gran parte ahora está en el exilio (así como muchos otros se quedaron allá, en la lucha). Por eso es tan importante éste disco y el impacto que tuvo en la escena venezolana artística de esa década: ¿Quién no vio gratis a LVB en alguna plaza o parque de alguna ciudad del país entre 2009 y 2014?

A nivel sonoro como base pueden ser muy punk, pero en la diversificación del sonido éste se sofistica mucho, ensalsándose en electrónica, grunge y rocanrol. Muy The Talking Heads, algo de The Ramones y Sex Pistols, rozando la psicodelia de Pink Floyd sin dejar atrás las referencias nacionales como lo son Sentimiento Muerto o Dermis Tatú, teniendo como gancho sus letras simples, pero pegajosas.

LVB emigró a Ciudad de México hace unos años y continúa activa hasta el día de hoy.

 

  1. 46 Dpi- TLX (2015)

Álbum que se complementa del aporte de cada uno de los integrantes de TLX, a diferencia de sus anteriores discos los cuales prácticamente eran producto del dúo Añez (Presidente)- Jiménez, lo más cercano a una dupla Lennon- McCartney pero maracucha. También arriesgaron al tener percusión acústica a lo largo de la pieza, distinto a lo que venían haciendo en sus pasadas obras discográficas, que eran constituidas por percusión secuenciada a través de softwares digitales, teniendo un toque más electrónico, mientras que acá en este disco, se alejan un pelo de eso y se vuelve todo más rock.

El disco sencillamente es puro extasís, endorfinas directas a tu cerebro a través de ondas y vibras sonoras repletas de energía que te ponen la piel de gallina, y auras que de verdad te transportan a otro lugar. Es rock, es new wave, es shoegaze. Es Smashing Pumpkins, es The Cure, es Nirvana, es Dermis Tatú, es Sentimiento Muerto regenerado y empaquetado en una perfecta formación instrumental importada desde los finales de los 80s hasta principios de los 90s, simple pero justa.

El disco fue producido y grabado por ellos mismos, mezclado y masterizado por el baterista de la banda, Ciro Moreno. ¿Qué más independiente que eso? Y el nivel del LP en todo los caracteres es sencillamente majestuoso.

“Melancólico de Fiesta”, “Anime”, “Algo Destruyó la Casa”, así como el resto de temas que componen a éste disco de 10 tracks, a nivel lírico y sonoro, en un estrato de energía y aura forman una de las cosas más increíbles que ha visto el rock nacional en mucho tiempo.

TLX sigue vivo, residenciado en Buenos Aires, Argentina desde hace ya un par de años.

Sin pensarlo dos veces, fue una década inolvidable para Venezuela, y su música. Década de exilios, resistencia y estruendo en todo sentido, por los que se quedaron y por los que se fueron. Por el día en que todos volvamos.

Por que se siga haciendo música venezolana al rededor del mundo, en cualquier rincón donde estemos regados.

Escrito por: Eleazar Ubieda (@ubiedas)

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